jueves, 17 de julio de 2008

Wonder woman

Como muchos sabrán y otros se estarán enterando al leer estas líneas, hace unos meses que sufro de un mal que al principio no me dejaba vivir y con el que ahora comparto mi vida. Muchos han dado por llamarlo ansiedad. Yo prefiero llamarle “hueso de pollo”, porque se me atraviesa en la garganta y por mucho que yo trague, pues ni p’arriba ni p’abajo, ahí se queda.
Desde que llegó a mi vida este entrañable cuerpo extraño, voy de médico en médico buscando una solución que nadie sabe darme. Me enfado, lloro, trato de calmarme, y finalmente me lo tomo con filosofía. Una montaña rusa de emociones, pura adrenalina mi vida, oiga.
El caso es, que desde que Hueso de pollo y yo compartimos cuerpo, la gente se solidariza mucho conmigo y me regala cosas. Así es como llegaron a mi vida, además de la cinta de típex correctora que me regaló Ra, las Flores de Bach.
Las Flores de Bach son un remedio homeopático que consiste en, según la dolencia que uno tenga, hacer una mezcla de flores determinada que son mano de santo. Ésas son las Flores de Bach de toda la vida. Pero luego están las Flores de Bach de emergencia, que se llaman “Rescue” y están indicadas para casos de pánico, depresión, y un montón de situaciones extremas que yo no sufro, porque la verdad es que Hueso de Pollo y yo dormimos muy bien. En fin, que mi amigo Juanito, con la mejor intención del mundo, me las regaló para intentar acabar con mi intruso.
Las Flores de Bach son un somnífero. Créanme. Es ponerse 4 gotas en la lengua y caer en un profundo sopor del que es difícil salir incluso al día siguiente. Y tienen un sabor a aguardiente que las hace aún más adictivas.
Todo el mundo recurre a las flores de Bach en algún momento en Can Chatunga. Y yo, cual Anthony Blake homeopático, voy durmiendo a la gente a golpe de pipeta mientras chasqueo los dedos: “1, 2, 3, dormido”.
Por otro lado, con todo este jaleo, he cambiado de médico de cabecera para toparme con un personaje de película con toda la pinta de haberse escapado de un psiquiátrico para ponerse una bata de médico y hacer feliz a la gente con gracietas del tipo “me duele el oído y estoy un poco sorda”, “pues entonces le puedo llamar gorda sin que se entere”. A mi Hueso le cae genial, es verlo, y le anima el día. Este médico siempre le lleva la contraria a todo el mundo, y como es tan simpático, pues le hago caso a él. Me ha aconsejado antihistamínicos y un spray de própolis que usa él también. Por miedo a convertirme en la Bella Durmiente, he optado por dejar las Flores de Bach y probar los antihistamínicos. Pero lo mismo. Por las mañanas me despierto con un sopor insoportable, que hasta diría que veo borroso, como en las escenas de sueños de las películas.
Total, que esta mañana he llegado tarde a trabajar otra vez, despeluchada y muerta de hambre, para pasar aquí unas horas de cuerpo presente, porque mi mente aún está en un lecho de pétalos de Bach del que es muy difícil salir, tengan cuidado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi pregunta es: ¿se supone que las flores de Bach sólo sirven para dormir? Consiguen su propósito perfectamente, pero me extraña que la gente que tiene ataques de pánico recurra a ellas como panacea, porque consiguen lo mismo que un tranquimazín, eso sí, en natural. Natural no me lo creo mucho, que a saber qué lleva esa receta secreta tras tan bonito nombre.

W dijo...

Cielos,

¿ese hueso de pollo te produce sensación de atragantamiento cuando comes? Me explico, desde hace un tiempo me pasa que hay días, sobre todo cuando he dormido poco o estoy en el curro, que cuando voy a beber o comer me da la sensación de que me voy a atragantar, y tengo que detenerme, respirar por la nariz y tragar con precaución. Estuve en el médico hace tiempo buscando la causa, pero nadie lo supo encontrar.
A ver si voy a tener ansiedad yo también. He dejado de fumar y todo porque me sentaba fatal.
¿Qué me pasa, doctora?

Anónimo dijo...

Cuando viajes a USA no te lleves las "flores", no vayan a ser ilegales allí y te enchironen nada más pisar tierra... Je! Yo, en mi época de estudiante, estuve enganchada al Frenadol porque me hacía dormir como un bebé. Penita no haber conocido entonces las Flores mágicas esas.

JRB dijo...

Si sólo tienes ansiedad, sin crisis de pánico, y los antihistamínicos te dejan hecha un trapo al día siguiente, lo que deberías tomar son benzodiacepinas de vida media corta. Alguna suave, que te relaje, que te ayude a dormir, pero que al día siguiente tu cuerpo ya la haya eliminado por completo (de ahí lo de la vida media corta).

De todas formas los sedantes, antihistamínicos, flores de Bach... son sólo parches. La ansiedad hay que combatirla de raíz y para eso lo mejor que hay es hacer terapia.

Un abrazo y que te mejores :)