sábado, 30 de agosto de 2008

Parrillada de verano

En estos días que llevo de recreo y solaz en Altea luchando (y parece que venciendo) a mi persistente Hueso de Pollo, he vuelto a reencontrarme con la televisión. Que la tenía yo muy abandonada, hombre, que no me reconocía ni yo. Creo que lo único que he seguido este año en la caja tonta ha sido "Física o Química", para mi escarnio público, lo sé, y con verdadera devoción. Cuento las horas para que vuelvan esos diálogos tan didácticos a la par que desternillantes con ínfulas de moraleja. Y tengo que reconocer que seré la única persona que se los bajará de internet cuando me vaya a los States. Eso, que me he pasado los últimos meses, ya fuera por trabajo o por ocio, con la nariz pegada a la pantalla de mi portátil.
Pero a lo que iba, tres cositas me han llenado de alegría en mis vacaciones:
- "Mujeres, hombres o viceversa": No entiendo cómo he sobrevivido hasta ahora sin ver este programa. Pero gracias a Telecinco 2 puedo recuperar el tiempo perdido (así como ver la reposición de Gran Hermano 1 y descubrir que todos eran monstruosamente feos y lo que hemos cambiado desde el 2000. Para mejor, creo, aunque dentro de 10 años otro gallo cantará). Qué grande este programa, lleno de chonis recauchutadas y musculosos descerebrados. Qué grandes esas citas de 20 minutos en las que parece que el tiempo se detenga. Qué originalidad a la hora de escoger la temática de las citas. ¿Y por qué me parecen todos tan feos?
- "Ven a cenar conmigo": Este programa ha tocado techo (o fondo, según se mire) esta semana con un grupo de A Coruña. Sin palabras me ha dejado ese ser de nombre Edi, sacando una coleta cortada cual torero que otrora había formado parte de una frondosa melena de una cajita con forma de minicabina de teléfonos como colofón final a una cena grandiosa. Miento, como colofón final fue la verbena que se montó en el galpón de su casa, micro en mano y jaleando al personal. Yo lloraba de la risa, créanme.
- "Impares": otro descubrimiento que me da la impresión de que está un pelín infravalorado. No parece una serie propia de Antena 3, sino más bien parece un producto de esos nuevos canales moderniquis de los que nunca me acuerdo y es como si no existieran. Breve, divertida y bien hecha.
Y para disgusto de Ra, he de decir que por fin le he cogido el punto a Camera Café. ¿No les decía que he vuelto a la tele? Y por la puerta grande.