lunes, 15 de octubre de 2007

Junio 2007

Paris y la bella Helena
Cuando una es licenciada en historia con un expediente notable y sus conocimientos reales se reducen a meras anécdotas, visitar un museo acompañada de gentes ávidas de absorver tus conocimientos puede ser muy frustrante. Pero una puede ser la reina de las comidas dejando flasheado al personal al comentar como quien no quiere la cosa que Jenner inventó la vacuna de la viruela en 1776, información con la que resumo 4 años de carrera, junto palabrejas como ProtoSescklo- Sesklo y peste bubónica.
Mi anécdota favorita la conseguí el quinto año de carrera, en la asignatura de "Arqueología submarina" -creo que en algún momento ya hablé de mi vocación frustrada como arqueóloga, así que corramos un tupido velo-. Una tarde, en medio de las naves fenicias, griegas y romanas, no sé cómo salió a colación la batalla de Troya. Mi profe sostenía una teoría, supongo qué por ello salió el tema, ya que una teoría tan bella y acertada a mi juicio es para introducirla en cualquier conversación y dejar al auditorio patedefuá.
Pues resulta que todo el tema del caballo de Troya, de los griegos escondidos en su interior, de cómo lo introdujeron dentro de las murallas , era un simple error de traducción que se fue haciendo más grande con el paso de los años, creándose esa inverosímil historia mítica. Resulta que en origen pudo ser algo bastante más creíble e incluso real, ya que en esa época una de las naves griegas más frecuentes era la denominada "hyppos", con una cabeza de caballo en la proa, dando nombre a la embarcación. Los griegos estarían dentro del barco. El barco sería introducido dentro del puerto y como era costumbre en la antigüedad los puertos se cerraban por las noches, de ahí el tema de introducirlo dentro de las murallas. Y llegada la noche, todos los griegos desembarcando.
No es bella y súper creíble esta teoría?

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