lunes, 29 de octubre de 2007

Vergüenza e indignación

... es lo que sentí hace unos días con toda la movida desatada por el energúmeno que le dio la patada en la cabeza a la chica ecuatoriana. Y lo peor de todo es que no parece tener fin esta historia. El viernes, en "El buscador", asistimos al mayor circo mediático que puedo recordar. Hoy, la reportera más dicharachera de Barrio Sésamo en contra de la intromisión en la intimidad de la gente.
Que el agresor es mongolo no se puede negar, así que dejaré ese tema para otro momento. Que fue una putada en toda regla y al azar, tampoco voy a discutirlo. Lo que realmente me parece deleznable es la persecución mediática a la que se está sometiendo al pobre chico argentino que tuvo la mala suerte de estar ahí y de actuar como habríamos actuado seguramente la gran mayoría, cagándose por la pata. Que ya han salido fotos de su primera comunión, por el amor de dios... Y que se hayan publicado largos fragmentos de su blog! Que uno publica un blog consciente de que lo van a leer, claro que sí, pero no que tendrá esa difusión... Y lo que es peor: justificando su cobarde actuación (o no-actuación) por el mero hecho de que el chico en cuestión es gay y tiene una personalidad atormentada y sufridora. Se atrevían a transcribir que todo esto estaba destrozándole la vida y se quedaban tan anchos pareciendo olvidar por un momento de que iba todo el tema. Es más, lo contraponían con el caso de un chico que al parecer murió en defensa de una mujer anónima, como ejemplo de lo que si se debería haber hecho como persona de bien.
Me sentí roja de ira e impotencia. Sentí todo el peso de la telebasura tocando fondo.

3 comentarios:

Ra está en la aldea dijo...

Como decían en El Cliché "claro, el pobre además padece de homosexualidad"...
¿Y ese especial informativo que se han montado con todas las caras de telecinco y famoseo vario diciendo "a mí también me hiere"? Desde luego, lo que hace el tener imágenes de algo...

C. dijo...

Pero lo más indignante de todo es que el susodicho en cuestión (el cobarde que golpeó, no el que no actuó) está cobrando varios miles de euros por entrevista, se está haciendo famoso a costa de salir en la tele diciendo que estaba borracho y drogado, que no es racista, etc. Espero que no haya ningún medio que le pague, aunque me parece que una exclusiva con este mongolo traería mucho rating y total, qué son dos mil euros para una cadena televisiva?? Hay que adoptar la política de la indiferencia con el individuo, no con el hecho, y dejar de darle escenario de una vez por todas.

JRB dijo...

Como si no ocurrieran diariamente mil cosas más graves que una agresión en un tren.

El agresor es un desgraciado, eso desde luego. Y lo es tanto por lo que hizo, como porque ahora por su culpa tenemos que aguantar a Eto'o y la Milá en plan héroes solidarios.

Y lo del chico argentino, pues hay que comprenderlo. No lo puedo asegurar, pero yo probablemente habría actuado igual.