lunes, 15 de octubre de 2007

Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini (17 Octubre 2005)

El viaje a Cerdeña ha sido fantástico... Hemos visitado lugares preciosos (q sin duda en verano serán mucho más bonitos a pesar de la avalancha de turistas, pero el frío ha sido un pequeño inconveniente), hemos comido hasta hartarnos con la promesa de iniciar una dieta a la vuelta (cosa para la cual aún no he podido reunir fuerzas) y lo mejor de todo, Claudia, siempre Claudia, empecé a echarla de menos en cuanto despegamos. Se ha preocupado x alojarnos en su residencia, en casa de su amigo Valentino en Isla Maddalena, xq probáramos todas las especialidades sardas (menos a los propios sardos, pues ella misma reconoce q no es lo mejor q tienen...). Yo estaba tan integrada q hasta le quité las mangas a mi plumas y parecía de Sassari de toda la vida.
Y de vuelta a Barcelona todo bien. Llegaba Gon el mismo día q yo (pensé q a la vez, xq llegaba un avión de Luton al mismo tiempo q el nuestro y estuvimos un rato agazapadas detrás de una columna, q payasas) y quedamos en vernos al día siguiente. Y para quienes sigais mi historia desde hace un tiempo debo deciros q x fin he conseguido cerrar esta etapa. No está mal, sólo me llevó 3 años! Como decía mi madre ayer "medio año de felicidad, 3 de lagrimas y otros 3 para dejarlo atrás" es la crónica de mi historia con Gon. Pero el reencuentro no estuvo mal, nos abrazamos, me dijo q estaba muy guapa ("pareces una okupa" son sus palabras exactas, y sé q se trataba de un cumplido, aunq no era el efecto buscado, en fin...), y hablamos y hablamos bajo un paraguas q compramos a un pakis esperando q cesara el diluvio... De todo un poco pero sin acercarse a ninguno de los temas q quedarán para siempre sin hablar. Pero es q ahora ya no quiero. Y no me gustó, me acordé de una conversación con Sabe sobre el día q pensáramos en qué era lo q les habíamos visto. Y eso es lo q pensaba cuando me veía con mi faldita nueva tan mona saliendo del baño y vi su calva incipiente (aunque ya no tan incipiente) brillando a lo lejos. Al día siguiente pretendía salir con nosotras y me puse muy nerviosa, no me apetecía compartir mis sitios con él ni cambiar mis rutas x él tampoco, así q opté x mentirle y decirle q no salía. Soy mala, malísima. Y me gusta.
Y vaya si salí al final. Después de Manel, q estaba enfadado xq no le habíamos dicho q nos íbamos a Cerdeña, tomamos una en los Álamos. Sin tapa, x supuesto, q antes las putas, siempre según Jose, añadían un vello púbico a las copazas como tapa. A esas alturas tan tempranas de la noche Ra llevaba un buen morado, q se caía del taburete. Compró una rosa para cada una q tuve q cargar toda la noche y parecía la florista del barrio, y las pobres llegaron a casa en un estado un poco lamentable. Estuvimos en el Indie y bailoteamos un montón, menos Sabe, q estaba un poco cansada y sentada en su silla le piropearon de la siguiente manera "eres muy guapa y bailas muy bien". Haiche cada un...
Y llegamos al Kentucky, donde encontramos a las italianas. Me hizo ilusión verlas allí, xq quiere decir q les gustaron los sitios a donde las llevé como cicerone... Había gente rara, como siempre, y mi querido novio Pinocho, me piropeó como siempre a su manera "Pero q pelirroja más novia tengo!"
Capítulo especial se merece el ligue de Ra, pero lo voy a dejar para el final. Sólo adelantar q ha sido el mejor personaje q he conocido en mucho tiempo (y son bastantes los q se disputaban el premio) y q estoy preparando una banda para regalarle a Ra, q ponga "Al mejor rollo".
Pues se acercaba el cierre del Kentucky y yo empezaba a pensar y repensar donde podíamos ir después, con esto de la campaña de cierre de los after q me gustan, sólo queda el Bang Bang y no me gusta y no estoy dispuesta a pagar ese dineral a esas horas. Empecé a hacer una encuesta x el Kentucky, y la cosa se reducía a 3: el Ea3, el Papillón y el Pasolini. Los 2 primeros los tenía localizados, y resultó q estaban cerrados, pero el Pasolini era un misterio. Me habló Rasti de este sitio x primera vez, y decidí averiguar dónde estaba. Pero ese fue el inicio de mi desesperación, cuando todos resultaron ser unos intelectuales esa noche y cada vez q preguntaba x "el" Pasolini, me soltaban una parrafada sobre Pasolini y sus películas, hasta q yo quedaba como una estúpida diciendo "es q yo busco un after", Y ya la gota q colmó mi vaso pasoliniano, fue cuando le pedí a Rasti q me dijera como llegar y sólo me dijo "Pa-so-li-ni", y como estaba harta de Pasolini, de la gente y de sentirme retrasada mental mandé al pobre Rasti a freir espárragos de no muy buenas maneras. Tengo q disculparme.
Pues eso, en esos momentos nos quedamos Ra y su ligue Joan de Rubí y yo con mi admirador Redskin, q no sé ni como se llamaba pero tb sabía mucho sobre Pasolini. Nos encontramos con el Porterito, q me decía q no entendía q hacíamos con unos tíos tan feos, y q me fuera con él, y yo me acordaba de lo mal q me hablaba Jose de él pero al mismo tiempo lo veía tan mono... Pero lo dejé allí y me fui a buscar el Pasolini una vez más.
Todo estaba cerrado y yo empezaba a sulfurarme, y cuando el Redskin se enganchó al brazo de unas chungas q nos salieron al camino decidí q era hora de irme a casa. A esas alturas Ra empezaba a odiar a Joan de Rubí, q contaba chistes del tipo "No conozco el Pasolini, sólo el Bertolucci" q daban ganas de darle una buena colleja y Ra le gritaba "Deja de intentar hacerte el gracioso!"
Llegamos al metro y Ra sólo repetía "quiero vomitar. Y no quiero follarme a éste" y yo la tranquilizaba "quedan 3 paradas, quedan 2... no hace falta q te lo folles..." y el otro no se enteraba de nada en su mundo de fantasía porno, sea el q sea.
Llegamos a casa y él se metió en mi habitación, instalándose, y yo le miraba y Ra le gritaba "quieres salir de su habitación?" y cuando me fui a la cama dejé a Ra hablando del queso Pecorino q trajimos de Cerdeña y de la olivada a su admirador, q se bebía todas sus palabras mientras engullía los susodichos productos. Y nunca mejor dicho.
Y al día siguiente llegó lo mejor. Cuando Ra se despertó odiaba a Joan de Rubí. No se lo había follado, "estás muy pasiva", le dijo él. Y entonces empezó a desplegar sus dotes de personaje sin par. Ra seguía gritándole si había encharcado el baño y si quería comer, y no os podeis imaginar cómo comía. A aquellos a quienes les hemos hablado de los modales en la mesa de nuestro ex compañero de piso Vitor les diremos q éste incluso lo supera, parecía q lo hacía a propósito. Empezó entonces su monólogo sobre el Canal Playboy y el programa de dicho canal Juzgado del Sexo o Tribunal del Sexo, o algo así, q le gustaba mucho para hacerse unas pajas. Mis ojos se abrieron como platos en ese momento. Hablaba para sí de sexo, de fantasías de ese canal, de tetas de silicona... Y ahí fue cuando le preguntó a Ra si sus tetas era de silicona... Ra gritó "qqqqq?????????" y él, muy agudo, dijo "deduzco q no". Yo no podía aguantar la risa y de vez en cuando iba a la cocina a reirme con Sabe. No tenía desperdicio cada una de sus palabras. Al final, como colofón final fue al baño y lo oíamos cantar, para q la pobre Ra descubriera, cuando ya se había ido (siento ser tan escatológica) q nos había dejado el váter hecho una mierda, literalmente. Antes de irse le pidió a Ra si podían hablar un momento en la escalera, para preguntarle q es lo q había pasado entre ellos, q al principio estaban tan bien, q era lo q él había dicho, y Ra le decía q simplemente no le gustaba él, y Joan de Rubí se fue murmurando para sí "algo he dicho, algo he dicho..."
Aún nos quedamos un tiempo murmurando, con miedo a q se hubiera quedado en la escalera. Menuda noche la de aquel día. Y odio a Pasolini.

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